
Sustitución del maestro de capilla por el ministerio de música.
En la actualidad, encontramos como respuesta a este fenómeno musical, (la música popular de la Iglesia Católica), a los “Ministerios de música”, cuya función es similar a la del coro de la Iglesia (la schola cantorum), solo que con perspectivas sonoras muy distintas. Ya el ejecutante de la música no tiene qué, necesariamente, tener formación avanzada en los conocimientos musicales o litúrgicos, basta con que tenga un nivel de espiritualidad consolidado y que este sea capaz de transmitirlo (contagiar) en la música que exhibe o ejecuta.
En cierto modo, nos acercamos a lo que, en un principio, era el fin del canto Gregoriano en la Iglesia: transmitir o llevar al espíritu en un estado tal de reposo, que él escucha pudiera realizar una oración espontánea con solo estar en el recinto sacro. Sin embargo, encontramos también, en nuestras iglesias que, al presentarse de manera espontánea algún voluntario para cantar o tocar la misa, éste no posea o carezca de los elementos propios de la música. Escudándose en la parábola de la anciana que dio dos monedas. Todo lo que des al Señor de corazón, él te lo recibirá.
Esto es cierto, pero también es cierto que al Señor nuestro Dios, has de ofrendar lo mejor que tenga, has de darle todo lo mejor, recordando un tanto la cita de los talentos, al que le dio un solo talento le sugiere ponerlo en el banco para recibir intereses. El Señor nos ha dado un talento, la música, y es necesario darle formación constante, no solo en lo espiritual (que ya esto es verdaderamente importante) sino también en lo musical, ya que este es el medio de evangelización que usamos para hacer ver que verdaderamente Jesucristo está vivo.
La música contemplativa vs música de Adoración.
La formación musical nos lleva entonces a dar un mejor servicio a Dios nuestro Señor, lo que se traduce en Iglesia activa, Iglesia de oración. No olvidando que estamos adorando al Señor, ofreciendo nuestro servicio, nuestra oración al Señor, y eso tiene su momento; estamos también, alabando a Dios, dándole gracias con alegría, y eso es en todo momento; y estamos contemplando a Dios y esto puede ser en la eucaristía, en el santísimo sacramento del altar, en la palabra, en la reconciliación.
Ahora bien, en lo musical ¿existe alguna diferencia entre alabar, adorar y contemplar a Dios? ¿Qué música de fondo o soundtrack le pondrías a cada ocasión?
Se me ocurre pensar que para la Adoración nada mejor en la actualidad que la música popular (una balada cristiana como las de Martin Valverde, por nombrar alguien conocido), y para la contemplación, nada mejor que el Canto Gregoriano, este tiene la capacidad de relajarnos, de hacernos entrar en un descanso sacro, descansar en la oración, en el señor. Es necesario, entre los músicos católicos, el rescate de la tradición musical de nuestra Iglesia Católica, ya que esta no solo le da identidad al católico sino que es pilar fundamental en la evolución de la música occidental.
Desde la notación musical, hasta la ejecución de instrumentos musicales y lo que hoy vivimos como músicos modernos de nuestra fe católica, mantiene activa y actualizada a nuestra Iglesia.
El canto en la Iglesia Católica.
El que canta ora dos veces. Expresiones como estas han estado presentes a lo largo de la historia de la Iglesia cuando se habla de la música. Desde la edad media el canto tiene una posición fundamental en la Iglesia Católica. El instrumento principal del hombre es la voz, con ella facilitamos la comunicación, la capacidad de expresar nuestras ideas y sentimientos, de hacernos entender. La oración entonces, es la herramienta fundamental para la comunicación con el Señor. A sabiendas de esto, resulta imprescindible conocer nuestro instrumento, como educarlo y cómo cuidarle.
El canto llano o canto gregoriano, es una herramienta crucial, en el proceso de entrenar el oído, no en vano las notas musicales nacen de un ejercicio nemotécnico del canto gregoriano. Imitar su canto, no solo ayuda al recogimiento espiritual sino que también beneficia el oído melódico y de allí el proceso de afinación mismo. Conocer el instrumento vocal es de suma importancia para quien ejecuta labores vocales. Esto ayudará a preservar y ejecutar la voz con mayor cuidado y prestancia.
Te invito a participar respondiendo las preguntas que se han realizado a lo largo de este ensayo. En una próxima entrega estaremos profundizando sobre la voz como instrumento musical de la Iglesia, cuidado y función y de cómo Dios vio que todo era bueno.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Venezuela
Raúl Jimz
-Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 30, que corresponde al mes de Mayo de 2022.