
Hola mundo, gracias por estar aquí un mes más. Para mi siempre es un gusto contactar con ustedes por este medio, que hoy por hoy une a muchos en torno a una magnifica herramienta llamada internet, así que aprovechemos este gran medio de comunicación para saber si te va gustando esta columna que escribo mes a mes con tanto amor para ustedes.
Empiezo diciéndoles que ya es septiembre y aquí en mi país, México, celebramos la independencia de nuestra amada patria, que muchos grandes héroes dieron su vida por los que ahora vivimos en esta gran tierra, honro a todos y cada uno de ellos por habernos dejado un territorio con tanta historia, real o no se siente maravilloso saberme libre.
Es justo en ese tema en el que quiero apuntar hoy, cuantas personas han hecho algo por nosotros y tal vez nunca tuvimos la oportunidad o de conocerlos o de poder agradecerles en persona, por eso digo yo, es más bonito dar que recibir, aunque aquí entre nos, se siente padrísimo recibir, pero creo que da mas satisfacción compartir, ya sea directa o indirectamente.
Te invito que si nunca has podido vivir esa experiencia de dar solo por el puritito placer de compartir un poco de lo que Dios nos da, empieza por ayudar a alguien que no conozcas, alguna persona esperando afuera de un hospital, con el frio de la noche y la incertidumbre de saber sobre la salud de su paciente, acércate a una peregrinación y da un refrigerio a esas personas que lleva horas, días o tal vez semanas caminando para pagar una manda, veras que buena experiencia.
Al principio cuesta trabajo hacerlo, ya sé es más fácil ayudar a alguien que conoces, ¿cómo abordar a un desconocido, para ofrecerle algo que alivie su cansancio, su hambre, su sed o refrescar su rostro? Créeme que es algo que te marca para toda las vida, es un cúmulo de sentimientos, ese nudo en la garganta y esa temblorina en los pies al lograr tu objetivo de dar de corazón.
Así es que la próxima vez que tengas la oportunidad de hacerlo, no temas, una sonrisa puede ser el lazo de comunión entre dos seres desconocidos que tienen mucho que dar o mucho que recibir, nunca es tarde para empezar, se ejemplo para los demás, aunque debo aclarar que es imposible ir ayudando a cada persona que te encuentres en la calle, nunca acabarías, si está en tu corazón y en tus posibilidades, solo hazlo.
Sigamos creando lazos entre los hombres de buena voluntad y vayamos acercándonos a la vida en conexión con Dios para así hacer de este mundo un lugar mejor para vivir entre seres sensibles a las necesidades de los demás y el amor al prójimo, confía en Él, pues el Señor proveerá y multiplicará al ciento por uno todas tus acciones, te abrazo virtualmente.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
Charly Jimlar
-Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 34, que corresponde al mes de Septiembre de 2022.