
Francisco de Navarra (Francisco Navarra o Fray Francisco), (Reino de Navarra, España, 18 de mayo de 1448), exorcista de la Orden de San Jerónimo. Convertido en “Devorador de Pecados” por un anatema que le adjudica en un exorcismo, “Ichneumón, el demonio de la culpa” el 25 de febrero de 1508. Al hacer suya esa maldición, el demonio lo maldice confiriéndole la inmortalidad.
Sus padres, en 1450, se mudan al Condado de Durango, Vizcaya, ya que estaban levantándose vientos de pleitos sucesorios que se produjeron tras la muerte de la reina Blanca I entre su marido Don Juan, que llevo a la conocida como La Guerra Civil de Navarra en 1451.
El 08 de noviembre de 1462, a los 14 años, es testigo de la posesión demoníaca de su padre, Diego Álvaro de Navarra, y su madre Constanza Molina León antepone su vida para que el demonio no haga daño a su hijo. Fray Gregorio, exorcista del Monasterio de la Orden de San Jerónimo, presencia sus muertes cuando pretende exorcizarlo. El joven desesperado enfrenta al demonio él solo y este, burlándose, abandona el cuerpo de Diego Álvaro, no antes de quebrar todos sus huesos, causándole la muerte, prometiéndole que muy pronto vendrá también por él.
El muchacho, al perder de manera tan violenta a sus progenitores y al no tener familia que lo acoja, queda bajo la tutela de Fray Gregorio, donde en la abadía, incorporándose como hermano lego. En ese estado de vida ayuda en las labores agrícolas, ganaderas, y del mantenimiento del lugar.
El 10 de junio de 1466, con apenas 18 años, en sus idas a la villa, conoce a Felicia. Pero Francisco, por su condición de hermano lego, convivía con la comunidad monástica y tenía que acatar sus normas, (una serie de dictámenes que iban desde el celibato al voto de silencio). En su caso, el Venerable Fray Raimundo, determino que no se aplicaran al muchacho y el religioso dio su permiso para que siguiera viendo a la joven fuera del Monasterio.
Durante dos años disfrutaron de un amor joven, puro, lleno de sueños y muchas ilusiones. Pero había tres obstáculos en ese mundo. Los fantasmas de la muerte de sus padres. El demonio que había afirmado que volvería por el algún día. Y la familia de Felicia, que la tenía prometida en matrimonio cuando cumpliera los dieciocho a un noble castellano de setenta y ocho años, Fadrique Enríquez, II Almirante de Castilla, II Señor de Medina de Rioseco y I Conde de Melgar y Rueda.
Cuando su familia se entera del romance con Francisco y el fuerte lazo que los une, Fadrique Enríquez, contrata a matones para que obliguen al joven a abandonar a su amada, amenazándole de que si persiste en la relación, la asesinarán a ella. Ante esa situación de gran violencia, decide renunciar al amor de Felicia.
Desconsolado, con el corazón roto, se aboca con fervor haciendo sus tareas como hermano lego, abandonando esa condición unos meses después, confesándole a Fray Gregorio sus intenciones de entrar como novicio al Monasterio con tan solo veinte años, el 29 de enero de 1468. Al hacer sus votos decide ser llamado cómo Fray Francisco.
El 24 de octubre de 1477, a los veintinueve años, es ordenado sacerdote y seleccionado dentro de la Orden a ejercer el Ministerio del Exorcismo. Fray Gregorio y el Venerable Fray Raimundo, perciben en el joven que posee, a diferencia de cualquier otro exorcista, el exorcismo como don: esta capacidad únicamente lo pueden practicar aquellas personas que tengan esa gracia sobrenatural. Con el tiempo descubrirá que Dios los ha dotado de armas espirituales, conocidas como “carismas exorcísticos”.
En el próximo mes, continuaremos explayándonos en profundidad sobre la biografía de Navarra.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde España
Alfredo Musante
-Este artículo esta publicado en el Dossier “Navarra Preludio” número 2 que integra el boletín digital, número 38, que corresponde al mes de Enero de 2023.