
Dentro de la Iglesia católica un sacerdote solo puede hacer un exorcismo con el consentimiento expreso de su obispo, y solo después de un examen del paciente realizado por médicos y psicólogos, con el fin de determinar que la enfermedad no tiene un origen natural. Un médico también es requerido por la ley canónica a estar presente durante todo el ritual del exorcismo.
En el catolicismo, los exorcismos se realizan en nombre de Jesucristo. Una práctica similar es la pastoral de liberación. La distinción entre la pastoral de liberación y el exorcismo es que el exorcismo lo realizan sacerdotes con permiso especial de la Iglesia católica, mientras que la pastoral de la liberación consiste en rezar por las personas que están angustiadas y desean curar las heridas emocionales, incluidas las supuestamente causadas por espíritus malignos.
El rito católico para un exorcismo formal, llamado «Exorcismo Mayor», se encuentra en la Sección 11 del Ritual Romano, en el documento De Exorcismis et supplicationibus quibusdam (De exorcismos y algunas súplicas). El Ritual enumera las directrices para llevar a cabo un exorcismo, y para determinar cuándo se requiere un exorcismo formal. Los sacerdotes tienen instrucciones de determinar cuidadosamente que la naturaleza de la condición no es realmente una enfermedad psicológica o física antes de proceder.
La persona que realiza el exorcismo, conocida como exorcista, es un sacerdote ordenado. El exorcista recita oraciones según las rúbricas del rito, y puede hacer uso de materiales religiosos como iconos, sacramentales y reliquias. El exorcista invoca a Dios -específicamente el Nombre de Jesucristo- así como a los miembros de la Iglesia Triunfante y al Arcángel Miguel para que intervengan en el exorcismo. Según la concepción católica, a veces son necesarios varios exorcismos semanales a lo largo de muchos años para expulsar a un demonio profundamente arraigado.
Son signos de posesión:
El hablar lenguas desconocidas que el sujeto de ninguna manera ha podido aprender por su cuenta.
Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
Demostrar más fuerzas de lo normal.
Hay seis causas principales por las que se producen las posesiones demoníacas:
Primera: La participación en ritos satánicos.
Segunda: La consagración de un niño al demonio por parte de sus padres.
Tercera: Un pacto con Satanás para rendirle culto a cambio de bienes materiales.
Cuarta: Los maleficios.
Quinta: Prácticas de llamamiento de espíritus tipo ouija o güija; u otros medios de adivinación; lo que implica el riesgo de que El Enemigo posea a la persona.
Sexta: La blasfemia continuada.
Los exorcismos pertenecen a la gama de actos *apotropaicos que han sido comunes desde la antigüedad. El exorcista suele utilizar fórmulas de exorcismo con encantamientos para entrar en contacto con el supuesto demonio y finalmente persuadirlo de que abandone el cuerpo, con o sin abrir el pecho.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/
DELIBES, VEUILLOT SOULIÉ, El exorcismo (Un estudio desde la antigüedad a nuestros días del dogma satánico. CS Ediciones. Buenos Aires, Argentina. (1991).
*Es un término antropológico para describir un fenómeno cultural que se expresa como mecanismo de defensa mágico o sobrenatural evidenciado en determinados actos, rituales, objetos o frases formularias, consistente en alejar el mal o protegerse de él, de los malos espíritus o de una acción mágica maligna en particular, purificándose (catarsis) con este rito u objeto ritual.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde España
Alfredo Musante
-Este artículo esta publicado en el Dossier “Navarra Preludio” número 2 que integra el boletín digital, número 38, que corresponde al mes de Enero de 2023.