
Durante el Medievo no había una frontera clara entre ciencia y magia, ambas disciplinas convivían de manera armónica. Por entonces el método científico era inexistente y la superstición formaba parte de la mentalidad colectiva. En este contexto cultural aparecieron en Europa los grimorios, unos manuales donde se recopilaban todo tipo de conocimientos: recetas sanadoras, rituales mágicos y hechizos, descripciones astrológicas, leyendas populares, invocaciones para combatir a los espíritus malignos, etc.
Estos textos se inspiraban en distintas tradiciones espirituales y religiosas de la antigüedad: rituales paganos, la cábala judía, el cristianismo o las diferentes sectas ocultistas. Al tratarse de manuscritos no relacionados de manera explícita con la teología cristiana, eran considerados textos mágicos que debían ser prohibidos por la doctrina oficial de la Iglesia. Sin embargo, en la mayoría de grimorios hay elementos del cristianismo, especialmente oraciones y rituales orientados a combatir al diablo.
Eran custodiados en secreto por los magos y hechiceros y gracias a ello pudieron sobrevivir al fuego de la Inquisición. En el siglo XV se produjo un avance muy significativo para la difusión cultural, la invención de la imprenta. A partir de este momento los grimorios empezaron a conocerse en los territorios de Francia, Alemania e Italia. Fueron textos muy populares hasta el siglo XVIII, cuando la ciencia dio un salto cualitativo y el conocimiento esotérico comenzó su lento declive.
Estos libros dedicados a la magia y la espiritualidad son especialmente útiles para comprender la mentalidad pre científica de una época.
Aquí dejamos una lista de los más conocidos;
Albanum Maleficarum, siglo X, escrito en árabe. Publicado en latín en 1601. Indica cómo obtener la Suprema Sabiduría por la intercesión de Capricúo, Emperador de la Magia, y que se presenta en forma de cabra blanca.
El Picatrix, siglo XIII. Traducción de la obra árabe Gāyat al-hakīm. Trata de la influencia del cosmos, de los espíritus y de las formas, de cómo atraparlos.
El Manual de Múnich, del siglo XV. Presenta indicaciones para la invocación de demonios y solicitar favores.
El Liber Juratis, Grimorium Honorii Magni o Libro del Papa Honorio III. Publicado en Roma en 1629.
El Enchiridion Leonis Papae o Libro del Papa León III. Publicado en Roma en 1660.
El Gran Alberto y El Pequeño Alberto, dos grimorios supuestamente escritos en el siglo XIII por el dominico medieval Alberto Magno. Fueron publicados en el siglo XVIII.
El Libro de San Cipriano o Ciprianillo, supuestamente escrito en el año 1001 d. C. Fue dado a conocer en 1885 por el bibliotecario Bernardo Barreiro.
Desde el siglo XVIII ha existido un pequeño sector dedicado a la venta de grimorios falsos o mal traducidos (la mayoría de los textos originales están en francés o latín, y son muy raros). No obstante, existen traducciones fieles de la mayoría de los libros indicados.
La Biblia Satánica y Aradia o El Evangelio de las Brujas igual podrían considerarse “grimorios” modernos, al contener descripciones de ritos y/o hechizos.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde España
Alfredo Musante
-Este artículo esta publicado en el Dossier “Navarra Preludio” número 2 que integra el boletín digital, número 38, que corresponde al mes de Enero de 2023.