
Saludos mis muy queridos lectores. Vivimos tiempos realmente extraños, no me atrevo a decir si buenos o malos, ni mejores o peores, sino simplemente extraños. Hace no muchos años, en medios de comunicación estaban totalmente prohibidas las palabras subidas de tono, impensable que alguna canción tocara ciertos temas como sexuales, malas palabras, drogas por nombrar algunas, ni siquiera con el uso del famoso doble sentido era permitido. Las disqueras filtraban todo ese tipo de música y simplemente no lo grababan y cuando llegaba a ser grabado, las radio emisoras no programaban esas canciones.
Luego pasaron a censurar con un sonido agudo, las palabras grotescas, pero dejaban sonar el resto de la canción. ¿pero qué escuchamos hoy? Tenemos canciones cargadas de obscenidades, antivalores, donde se denigra totalmente a la mujer, donde se da el mensaje que seamos “libres” y “vivamos el momento”, que el mañana no existe y el hoy es para disfrutarlo, pero ¿de qué manera estamos viviendo esa libertad? ¿Realmente somos libres o nos están haciendo creer que lo somos? La música tiene un poder enorme, ha sido usada por generaciones hasta para enseñar las tablas de multiplicación.
Las caricaturas de los 70’s y 80’s era musicalizadas con sinfonías de grandes maestros de la música clásica y los niños crecimos escuchando violines, chelos, oboes y fagots mientras veíamos nuestras caricaturas. Hoy muchos ni siquiera saben que existen esos instrumentos. La música educa, pero también puede generar todo lo contrario. Los mensajes totalmente distorsionados que se escuchan hoy han venido a degenerar una sociedad que ya venía a menos cultural y moralmente. Para muestra, hace poco en México, prohibieron cantar las canciones que hablaran sobre temas relacionados al narcotráfico, y los fans de un artista dedicado a este tipo de música, destrozaron los instrumentos de los músicos de este artista, al saber que no escucharían estas canciones en el concierto.
Una orden gubernamental impuso este decreto, dando margen a nada, simplemente está prohibido cantar ese tipo de temas en lugares públicos, pero los seguidores parecen no comprender esto y decidieron cobrarse destrozando los instrumentos y equipo de sonido del artista. Hay una frase que se usa para muchos campos: somos lo que comemos (dicen los nutriólogos), somos lo que leemos (dicen los escritores) y los músicos podemos decir que somos lo que escuchamos. Si escuchamos canciones de amor, de paz, de esperanza, nuestro corazón y mente se cargará de este tipo de mensajes, pero si escuchamos mensajes agresivos, ofensivos y denigrantes estaremos generando una sociedad que viva de esa manera.
Seamos críticos con lo que escuchamos, busquemos canciones que nos traigan mensajes de paz, de amor, de esperanza y que los jóvenes vayan creciendo con este mensaje. Padres de familia, estemos atentos a lo que escuchan nuestros hijos, no es solamente escuchar lo que está de moda, sino aprender a escoger música que nos ayude a ser mejores como personas y con eso seremos mejores como sociedad. Somos lo que escuchamos, así que aprendamos a escoger bien lo que vamos a escuchar.
Ánimo.
Nunca dejes de soñar.
José Luis Hernández

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 67, que corresponde al mes de junio de 2025.