Queridos lectores:
En este número tan especial, este “curtido” director quiere comenzar esta editorial contándoles que hemos logrado pasar la barrera de los 3 años ininterrumpidos de nuestro querido Boletín Digital. Así es, tal y como lo leen, esta es la editorial número 35 que les hacemos llegar desde La Productora sin censura y sin bajada de línea de ningún tipo. Realmente estoy muy feliz de que así sea y poder seguir plasmando aquí cuanta idea y/o reflexión “fuera de la caja” se me venga a la mente.
Como han notado, estamos en un momento muy especial del Boletín Digital y es por eso que pretendo, espero que me salga bien, que esta editorial pueda inspirar al estoico lector detrás de estas líneas trayendo un artículo con un poder tal, que pueda llevarlos por un camino mágico a una gran reflexión y, con su pluma inflada y lista para escribir grandes cosas, este director anhela también poder dejar una huella en esos corazones, algunos con demasiada TV, que laten leyendo estas desprolijas notas.
Quiero hablar de la magia. Cualquier persona distraída, al ver esto, podría pensar: “¿Pero que le pasa a este director, es que acaso de le han volado las palomas de la galera?, ¿Cómo puede escribir sobre este tema como si fuesen naipes saliendo de una manga?”. Pues bien, mis queridos aprendices, hoy voy a hablar de magia.
Claro está que este director no va a hacer las de David Copperfield sino que va a jugar con la magia que sucede todos los días. Cosas que suceden constantemente a nuestro alrededor sin que nos demos cuenta. Cosas que suceden literalmente frente a nuestras narices. Es un viaje hermoso que quiero compartir con ustedes y, desde este humilde bolígrafo, contarles un poco la experiencia.
De la magia que quiero hablar es esa que sucede siempre. Esa que depende la creencia o las convicciones que tiene cada persona le ponen distintos nombres. No es en esto donde me quiero detener, para mí no es relevante. Estamos sumergidos en una sociedad cada vez más apurada, más superficial, que ve mucha televisión -algo que esté irritado director implora erradicar desde el número uno de Boletín Digital- y que está regida por la post-verdad. Esto es un cóctel explosivo para cualquier alma que quiera conectarse consigo mismo y con la divinidad.
Alguna vez, he citado a un padre jesuita que me ha dejado una frase que utilizo hoy día: “parate y pensá”. Hoy quiero hacerle un pequeño cambio y les voy a regalar: “parate y observa”. Con el sólo hecho de detenernos un poco para evitar el tan temido dicho “paren el mundo que me quiero bajar” vamos a ver que no hace falta detener nada, simplemente tenemos el poder de bajarnos de la vorágine y observar, disfrutar y presenciar magia o milagros, que para el caso es lo mismo.
Este filosófico director hace un tiempo acuñó una frase que la utiliza todos los días: “La magia aparece cuando estás en el lugar correcto”. Cada uno tiene sus pequeños milagros, señales, situaciones que le hacen saber que estamos donde debemos estar y que siempre alguien vela por nosotros. Tómense el tiempo y deténganse. Miren. Observen. Contemplen. Desde una flor que como puede crecer en la vereda o en un campo, un insecto, un animal -nuestro perro, nuestro gato o quienes tienen algún roedor- (cómo nuestro editor en jefe que tiene un topito ruso), el arco iris luego de una tormenta o simplemente el cielo y los dibujos que forman las nubes. Cuando puedan hacer este ejercicio de manera más frecuente en sus “todos los días” van a ver como comienzan a aparecer más seguido todos estos pequeños trozos de magia, como les aquieta el corazón y les reconforta el alma y así, queridos amigos, sabrán que están en el lugar correcto.
La magia está siempre en todos lados, nos acompaña. Les aseguro que les va a cambiar mucho la perspectiva de todo cuando puedan prestar atención a estos “detalles”, a mí, personalmente, me suceden estos milagros o esta magia y siempre se saca una sonrisa sin importar la situación en la que me encuentre. Me acerca calidez y paz.
Quiero dejarlos pensando en esto y sé que, acompañados de su soledad, sin necesidad de contárselo a nadie van a detenerse a observar esto y les va a sacar, al menos, una media sonrisa y volará un pensamiento dirigido a este, hoy profundo, director. Una última cosa no menos importante, la magia no funciona con la TV, al contrario, la aleja. Tenemos la obligación de ser felices, completos y cumplir nuestros sueños y anhelos. La vida es un suspiro.
Ignacio Bucsinszky