Narrar es Vivir
La Productora 
En una tarde colmada de entusiasmo y curiosidad, se celebró un encuentro literario que dejó huella en quienes participaron. La cita tuvo lugar en la acogedora librería La Pilarica, ubicada en Mieres, Asturias, donde se vivió un momento de cercanía entre los asistentes y dos apasionados del mundo de las letras: Evelin Menéndez, directora de Fusión Protagonista, y Alfredo Musante, editor en jefe de nuestro portal de noticias y boletín digital, que además es escritor.
Durante la charla, que se extendió por cerca de una hora, ambos compartieron su visión sobre el oficio de escribir. Con un tono desenfadado y accesible, conversaron sobre los desafíos y las recompensas que conlleva dedicarse a la escritura. Más que una clase o una lección estructurada, fue una conversación auténtica en la que se intercambiaron pensamientos, emociones y anécdotas personales. Lo esencial, según destacaron, es atreverse a imaginar sin límites y no temerle al error. Cada equivocación es una oportunidad para crecer, para volver a intentarlo, para encontrar nuevas formas de contar una historia.
Evelin y Alfredo no se enfocaron en técnicas rígidas ni fórmulas mágicas, sino que ofrecieron un testimonio íntimo sobre cómo surgió en ellos la necesidad de escribir. No hablaron desde el lugar del experto, sino desde la experiencia vivida y sentida. Relataron cómo la escritura les permitió transformar su forma de ver el mundo, convirtiendo pensamientos y emociones en relatos capaces de conectar con otros. No importaba el género literario elegido, lo valioso era la sinceridad detrás de cada palabra escrita.
Uno de los momentos más valorados por el público fue cuando compartieron los pasos básicos para autopublicar un libro a través de Amazon KDP. Lejos de presentarlo como un proceso inalcanzable, lo explicaron de manera sencilla, alentando a todos a dar ese primer paso, a explorar la posibilidad de que dentro de cada persona puede habitar un autor en potencia.
Como cierre especial, Evelin propuso un ejercicio creativo. Entregó a cada asistente una hoja titulada “Escribe tu carta”, invitándolos a escribir un mensaje desde su presente hacia su yo del futuro. Esta dinámica buscaba liberar la imaginación y abrir un canal íntimo de expresión, fomentando no solo la escritura como arte, sino también como herramienta de autoconocimiento.
El ambiente fue cálido, lleno de respeto, entusiasmo y complicidad. Las risas no faltaron, especialmente cuando ambos ponentes compartieron historias personales cargadas de humanidad. Fue un espacio donde las ideas fluyeron sin pretensiones, donde se celebró el acto de escribir como una forma de libertad. El público se llevó más que consejos: se llevó inspiración. Una chispa que, con suerte, encenderá nuevas historias por contar.
Equipo de Redacción
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