
A mis fieles lectores, en esta ocasión quiero traerles una editorial basada un poco en el caso particular de este perdido Director y otro poco en la observación de lo que rodea esta realidad. Permítanme explicarme mejor para aclarar un poco la cosa.
El ser humano, en su afán de no estar satisfecho nunca y no desde un lugar ambicioso sino desde el lugar de niño pequeño. De hecho, Buda hablaba de conseguir eliminar el deseo de nuestra vida, de la insatisfacción del deseo, eso que nunca se alcanza, que nunca es, valga la redundancia, satisfecho. En fin, un capricho inherente al ser humano.
- “Espere un poco Sr. Director!, a usted le faltó tomar alguna pastilla, ¿verdad? ¿Arrancó con el título “espera lo que deseas” o algo así y ahora habla de un capricho?, Ud. está mal…”
- Voy al punto mi querido lector, voy al punto…
Muchas veces en la vida podemos desear aspiraciones, llegar a tal o cual lugar desde un crecimiento o evolución, o tal vez, poder revertir o cambiar alguna situación, que, de alguna manera, pueda estar apremiándonos o, al menos, evitando que avancemos hacia el lugar que necesitamos ir. Esto, de alguna manera termina siendo un deseo, algo que se visualiza y nos tiene al pendiente de que se materialice.
Si hay algo que este místico Director ha aprendido últimamente es que los tiempos y las situaciones son perfectas. En la vereda de enfrente estamos los humanos, que lejos de ser imperfectos, creo que lo que sucede es que no hemos aprendido a entender nuestro alrededor en este tipo de cosas.
Y si, empezamos a meternos más profundo, vamos a la reflexión ¡¿qué quiere?!
En la humilde opinión de este servidor creo, cada vez más convencido, que las situaciones no son positivas o negativas “per-se”, esa impronta, buena, mala o neutra se la damos nosotros siempre basándonos, de manera inconsciente claro, en nuestro sistema de creencias, no sólo religioso sino en el sentido más amplio de la palabra aplicado en la vida y experiencias de cada uno.
- “No se empiece a ir por las ramas y vaya redondeando…”
Y así, nuestros anhelos de crecimiento o de superar situaciones que muchas veces se van “alejando” porque se interponen situaciones adversas -que nosotros catalogamos como tal- nos ponen ansiosos, nerviosos, fastidiosos y varios adjetivos más con esa terminación.
La propuesta, entonces, es la siguiente, por supuesto cargada de un pedido de reflexión subyacente, tratar de cuestionarnos nuestras creencias aprendidas y aprehendidas tratando de cambiar la energía de las diferentes situaciones que se nos atraviesan antes de llegar donde queremos llegar. Todo está diseñado para que crezcamos y aprendamos en el proceso para llegar a ese lugar con las herramientas adquiridas y aprendidas.
Les aseguro que mirando un poco desde esta óptica van a empezar a sentir como van observado -porque de eso se trata- cada situación y la van a “padecer” un poco menos además de que algo que parece negativo puede llegar a ser positivo.
No olviden que tenemos la obligación de ser felices.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 67, que corresponde al mes de junio de 2025.