Ya entramos en la segunda mitad del año y seguimos con nuestras libertades cercenadas a causa del famoso bichito. Seguimos mirando televisión, el gran educador (!), y nos muestran como siguen apareciendo, como si de la galera de un mago se tratara, nuevas cepas, nuevos elementos de miedo y terror para seguir controlándonos a gusto y placer.
¡Pero… un momento! Acaso es este director del Boletín Digital un conspiranoico que quiere hacernos creer que esto es una mentira, que dejemos de cuidarnos como todos los gobiernos nos lo obligan -porque todo gobierno quiere lo mejor para sus ciudadanos (!)- y salgamos a manifestar una suerte de rebeldía poniendo en riesgo nuestra vida frente a este enemigo invisible y mortal (?) que nos asecha día y noche, que nos mantiene en jaque y muertos de terror y que, según Wikipedia, The New York Times y la Universidad Johns Hopkins, de la cantidad de contagiados a nivel mundial sólo ha muerto el 2,16%.
No, tranquilos, este director no es un conspiranoico y ejerce “obediencia debida” (!) a todo lo que se dice en “la caja boba”, esa que según la patente norteamericana nro. US6506148B2 afecta el sistema nervioso por medio de campos electromagnéticos, sin preguntarse ni cuestionarse nada… (!).
¡PATRAÑAS!
Imaginemos por un momento si la OMS, para quien no conozca es una gran farmacéutica alimentada principalmente por la Fundación Bill y Melinda Gates -es gracioso como en una charla TED del año 2010 hablaba de reducir la población-, hiciese todo este esfuerzo bajando línea a todos los países del mundo (incluidos los tres -Burundi, Tanzania y Haití- que se opusieron al bicho y a la inyección y sus presidentes murieron…) para repartir gratuitamente -y en algunos países hasta con “premios por inyectarse- insulina, tratamientos contra el cáncer y demás elementos que salven millones de vidas que se pierden año a año y que son más que las que se lleva el bichito…
Muchos datos por ahora. Dejo esto por aquí y antes que alguno de mis queridos lectores me salte cual pantera hambrienta a su presa les insto a que lean, investiguen, pregúntense por qué pasan las cosa que pasan. ¿Saben que es lo más caro que existe en el mundo? Lo que los gobiernos dan gratis. Si no hay producto a la venta es porque el producto somos nosotros. No le hagan caso a este desprolijo director que dice todas estas barbaridades, chequeen, siéntanse conformes desde su corazón con las respuestas que reciben y si esto no es así, sigan indagando. Toda la información está ahí, sólo tienen que ir por ella. No regalen su existencia a nadie.
Recuerden, tenemos la obligación de ser felices y libre.
Quien tenga oídos que oiga.
Les dejo una Postdata al pasar, alguien se preguntó por qué en vez de bañarnos en alcohol constantemente, no visitar a nuestros familiares, tener prohibido el contacto social de todo tipo -besos y abrazos-, dejar aislados a los que en época de Jesús eran los leprosos (ven como la historia se repite, no?) nadie, PERO NADIE, habla de cómo vivir una vida reforzando el sistema inmune siendo felices, completos, permitiendo que el sol entre por nuestros poros, generando serotonina y siendo “más felices”. El cuerpo humano es una máquina perfecta y siempre tiende al equilibrio, ayudemos a equilibrar y no a hacer lo contrario.
Apaga tu televisor, por favor.
Ignacio Bucsinszky