En nuestro camino espiritual, con mucha frecuencia pensamos que Dios saca cosas buenas exclusivamente de aquellas cosas que en nuestra opinión son buenas, pero nos resulta descabellado pensar que Dios también es capaz de sacar cosas aún mejores de aquellas cosas que para nosotros son malas o no tan buenas, ya sea porque las relacionamos a vicios, enfermedades espirituales, o peor aún, al dominio que sin lugar a dudas las fuerzas espirituales malignas ejercen sobre el mundo material; pues esto fue lo que le sucedió a muchas personas de mi ambiente eclesiástico que opinaron sobre lo que yo hacía en determinado momento de mi vida.
Hasta el momento de redactar este artículo, tengo la bendición de tener 5 años ejerciendo el ministerio de DJ/Productor de música electrónica católica, un servicio que exige una preparación espiritual similar al del ministro de alabanza pero que es menos difundido y menos apoyado dentro de la Iglesia Católica pero al mismo tiempo, más atacado y criticado por los sectores ultra-conservadores (incluyendo laicos y miembros del clero) que aún piensan que la única forma de predicar el Evangelio es con un micrófono en la mano izquierda y la Sagrada Escritura en la mano derecha; pero, lo que muchos de ustedes que me están leyendo no saben (salvo los que han escuchado mi testimonio de vida) es que antes de ser DJ católico tuve una carrera de 4 años como DJ/Productor de música electrónica secular, donde dichosamente viví más de lo que un día le pedí a Dios cuando le entregué ese sueño con apenas 15 años de edad.
Y es fácil pensar que yo vivía de espaldas a Dios y la Iglesia durante el tiempo que duró mi carrera en la música electrónica secular, pero no fue así ni estuvo cerca de ser así. Tuve la bendición de nacer de nuevo en el Espíritu Santo a los 16 años y a los 18 años recibir el envío como servidor en la Comunidad católica a la que orgullosamente aún pertenezco (Misioneros en Alabanza del Corazón de Jesús), a los 18 años comencé mi carrera como DJ/Productor de música electrónica y, a los 19 años, recibí el servicio de coordinador auxiliar de la pastoral juvenil de la parroquia a la que pertenezco territorialmente (Nuestra Señora de los Ángeles).
Mi carrera musical nunca fue un impedimento para seguir viviendo mi fe y servirle a Dios, aún y si eso implicara terminar de tocar en un evento privado a las 3:00 am del domingo para más tarde estar en la Santa Misa a las 08:00 am y luego, a las 10:00 am, estar en la catequesis elemental para los jóvenes que vivirían su retiro espiritual de iniciación; sin embargo y paradójicamente, esta entrega que yo trataba de darle a Dios y a los jóvenes que Él me había confiado me hizo estar en el ojo del huracán durante casi toda mi carrera musical secular, donde muchas personas dentro de mi parroquia (y luego también dentro de mi Comunidad) me comenzaron a atacar y a criticar solamente porque “yo estaba en el mundo” y los domingos “pretendía calmar mi conciencia” yendo a misa e impartiendo la catequesis a aquellos pobres chicos que seguramente iban a terminar más confundidos de lo que ya estaban cuando supieran que “un instrumento de Satanás” estaba preparándolos para el inicio de su vida cristiana.
A cada ataque, yo solamente me defendía lleno de convicción con lo siguiente: “Simplemente, estoy viviendo un sueño que puse en manos de Dios”; y responder con esto era como echarle gasolina a una llama porque lo único que me ganaba eran respuestas como las siguientes: “¿Cómo vas a creer que Dios te va ayudar en algo malo como lo que haces?”, “Voy a orar mucho por ti para que el Espíritu Santo ilumine tu pensamiento y te traiga a la verdadera conversión”, “No sé cómo el padre (el párroco) lo deja servir en los jóvenes con la gran confusión que tiene pensando que Dios le ha ayudado para eso”, y así otra tanda de cosas parecidas. Pero, el plan de Dios ya había iniciado, y no era precisamente abrirme más puertas para llegar a ser un DJ/Productor de música electrónica famoso como Armin van Buuren o Tiësto, sino que Su plan era prepararme para la vocación que iba a revelarme a los 23 años y dentro de un evento musical católico al que fui (según yo) a promover la radio on-line que había fundado, momento donde Dios me dijo las siguientes palabras que resonarán en mi corazón hasta mi muerte: “Quiero tu talento para que anuncies la Buena Noticia de la salvación… sólo imagínate lo que podríamos hacer juntos, tú haciendo lo que tanto amas hacer y Yo moviéndome a través de lo que amas hacer.”
Mentiría si les digo que respondí inmediatamente al llamado que Dios estaba haciéndome, porque implicaba un cambio total en mi proyecto de vida profesional y espiritual, pero tras un proceso de discernimiento de 1 año, respondí al llamado que Dios estaba haciéndome y ahora aquí estoy, haciendo ruido con por el Evangelio con mis set en vivo y mis producciones desde El Salvador y Costa Rica pero convencido que la música que toco y produzco pueden tocar el corazón de alguien necesitado de Dios y llevarlo a Sus pies en el momento menos pensado.
Ahora creo ya comprendieron de donde surge el título de este artículo, y sí, están imaginando bien. No todo “lo mundano” es realmente dañino cuando es Dios quien está utilizándolo para sacar algo bueno, y eso fue lo que Dios hizo conmigo. Aunque sigo sin saber por qué la tengo, siempre he tenido la seguridad que Dios no me hubiera llamado a ser DJ/Productor de música electrónica católica si antes yo no hubiera soñado con ser DJ de música electrónica secular y hubiera luchado por cumplir ese sueño; y estoy seguro de eso como que soy fanático del F.C. Barcelona y de mi amado C.D. FAS.
Así que ya lo saben: a veces y al final de todo, “lo mundano” sí puede estar dentro del plan de Dios, y aunque a nosotros nos parezca una locura, para Dios simplemente es otro de SUS PLANES PERFECTOS…
Mau DJ Católico
Para ANUNCIAR Informa (AI)

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde El Salvador
Mau DJ Católico
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 34, que corresponde al mes de Septiembre de 2022.