Saludos mis queridos amigos que mes a mes leen estas sencillas líneas que con tanto cariño escribo. Poniéndome a platicar con jóvenes, siempre sale el tema de los padres de familia. Casi todo joven tiene un detalle que le gustaría mejorar de sus padres. Tal vez que sea más cariñoso, más deportista, menos regañón, que fuera más exitoso, que trabajara menos, que ganara más, en fin, la lista podría ser interminable. Lo cierto que siempre hay algo que mejorar, no siempre son críticas con el afán de humillar o desestimar lo que los padres de familia hacen.
Algunas veces las críticas con que la sana intención de hacerlos mejores personas. Y es que, ¿qué joven no ha pensado que su papá o su mamá le falta algo? “se quedó fuera de época”, “no se actualizó”. Cuando somos jóvenes vemos la vida desde una perspectiva diferente a la de un adulto y nos cuesta tratar de entender el punto de visto de los padres de familia. Dice una reflexión que en la vida vamos desfasados: aprendemos a ser hijos hasta que somos padres, aprendemos a ser padres hasta que somos abuelos. Lo cierto es que no existe una escuela para aprender a ser papá o mamá.
Es una constante “prueba y error” e incluso lo que nos funciona en cuanto a educación con un hijo no es garantía que nos sirva con otro de los hijos. Las preocupaciones y las prioridades son muy diferentes en cada etapa de nuestra vida. Y eso nos cuesta entenderlo cuando estamos jóvenes. Hoy la figura del padre de familia pareciera estar perdida o desvalorada. Hoy vemos que en muchos hogares mandan los hijos y nos los padres, hoy vemos hogares donde los padres están al servicio de los hijos y los hijos irrespetan de total manera a sus padres.
Exigen más y agradecen menos, reclaman derechos, pero olvidan los deberes. Queridos jóvenes, ustedes son dignos de todo respeto, de cariño. Merecen ser escuchados, amados y aconsejados, pero recuerden que hay un mandamiento, el cuarto, que dice “honrarás a tu padre y madre” y ese es mandamiento de Dios, pues el buen hijo será siempre bendecido en su vida.
Ser un buen padre es muy sencillo, si tanto estás criticando a tus padres, toma nota de algunas de las funciones y ocupaciones que un buen padre debe de tener: ganar lo suficiente para que no falte nada en casa, no tener derecho a cansarse del trabajo, no tener derecho a enfermarse, dejar sus propios sueños para que los hijos logren los propios, dormir poco, hacer cuentas a cada instante, ser enfermero, consejero, chofer, cocinero, fontanero, carpintero, albañil, mecánico, psicólogo, entrenador, maestro, técnico en informática, experto en tecnología… es necesario que regresemos a respetar a nuestros mayores, que los escuchemos, que valores sus consejos, sus palabras y que nosotros como hijos seamos más agradecidos con ellos.
Ellos han sacrificado y siguen sacrificando tanto sólo porque nosotros sus hijos amados, logremos ser mejores que ellos, logremos volar más alto. Hoy necesitamos volver al plan original.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 43, que corresponde al mes de Junio de 2023.