Fuerte abrazo mis queridos amigos lectores. ¡Felices Pascuas de resurrección para todos! Que esta época nos llene de alegría y esperanza en ese Cristo vivo y misericordioso.
Y hablando justamente de resucitados, me puse a reflexionar un poco sobre este tema. La palabra resucitar significa, según el diccionario: “devolver la vida a un muerto” y en el argot coloquial “restablecer, renovar, dar nuevo ser a algo”. Los que somos creyentes, tenemos esa palabra casi que reservada con exclusividad para Cristo, pero, ¿y si yo también resucitar en esta pascua? ¿Y si yo también me doy la oportunidad de resucitar a una vida nueva y darle muerte a mi ego, a mi soberbia, a mis vicios y defectos?
Yo podría ser una nueva persona, una persona mejor, una persona más feliz, más amante de Dios, de la naturaleza, de repente darme la oportunidad de ser la persona que siempre quise ser y no lo he logrado hasta hoy, porque no he logrado dejar atrás todo eso que no me gusta de mí, pero no he tenido la fuerza, el coraje, la valentía o la determinación para decir ¡ya no más!, para ponerme un alto. Nadie mejor que yo mismo para saber cuáles son esos defectos que me avergüenzan de mí mismo, que quiero ocultar y arrancar de una vez por todas, pero no logro hacerlo.
Jesús nos da el ejemplo, como buen maestro que es. Él nos mostró el camino y nos invitó a ser mejores personas, es más nos llamó a la perfección Mt. 5, 48. (¿Habrá sido una exageración de parte de Jesús?) Si Él nos dejó esa invitación es porque El si cree que nosotros podemos alcanzar esa perfección, pero debemos trabajar mucho para lograrla, toda una vida me atrevería a decir, pero trabajar de verdad, con ganas, con determinación y sobre todo con mucha valentía, pues se necesita mucho valor para querer y lograr dejar atrás ese viejo Yo, con todos sus defectos y vicios.
Querida familia, démonos la oportunidad de resucitar a una vida nueva. No temamos dejar morir mi persona de siempre, pues sólo quien muere podrá resucitar. Mientras tengamos vida, tenemos oportunidad de hacer este cambio, así que, si estás leyendo esto, ¡felicidades! Tienes todo lo necesario para resucitar una mejor y nueva versión tuya.
¡Resucitemos con Cristo! Alegrémonos y démonos la oportunidad de ser mejores personas en todo lo que ello compete.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 53, que corresponde al mes de Abril de 2024.