Los problemas mentales en los niños y jóvenes están incrementando de manera muy acelerada. Se escucha con mucha frecuencia que se diagnostican enfermedades mentales que van desde síndromes de déficit de atención hasta declarar a una persona autista en diferentes niveles. Las edades van desde los 2 años hasta los 30s. No podemos dejar de lado el tan popular bipolarismo que se está haciendo parte de nuestra vida de manera tan ordinaria. Nos estamos acostumbrando a que en nuestros hogares encontremos medicamentos de todo tipo. Cada miembro de la familia ya sabe que medicamento toma cada cual. Hoy pareciese que la moda es estar enfermo de algo.
Se ha incrementado el número de personas que viven con depresión crónica y con ansiadas que muchas veces le impide socializar con los demás. No podemos dejar de lado el boom que le dio a estos problemas la Pandemia de Coronavirus 19. Ha sido un parte aguas en la proliferación de enfermedades mentales que han causado que muchas familias aumenten a su lista de compras, la adquisición de medicamentos que muchas veces dan una falsa esperanza de bienestar. Estamos legitimando el uso de antidepresivos, ansiolíticos y tranquilizantes, que muchas personas ya se han convertido en dependientes, a tal grado que se han convertido en los nuevos drogadictos con estupefacientes legalmente permitidos como es el caso del uso de la mariguana con fines curativos.
Todas estas enfermedades mentales, son el caldo de cultivo para tener en un par de décadas un gran número de personas que va a ser declaradas incapaces de ser productivas a la sociedad y por ende se van a convertir en una responsabilidad pública, lo que significa que un gran porcentaje del presupuesto de muchos gobiernos se va a destinar tratar de sobrellevar estos problemas.
Por tanto, se hace indispensable que busque establezcan mejores leyes que contribuyan a controlar mejor los diagnósticos de enfermedades mentales para ayudar a las personas a ser útiles a la sociedad y vivir sin dependencias de medicamentos que los lleve a ser encasillados como personas enfermas incapaces de proveer lo necesario para su propia manutención.
Ad Jesum Per Mariam
“Donde Dios está”, el demonio no tiene cabida
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde EE.UU.
P. Alberto Colín-Marín
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 56, que corresponde al mes de Julio de 2024.