El pasado sábado 9 de noviembre de 2024, perdimos a un gran amigo, colega y artista: Guido Napp. Como compañero de las tablas, puedo decir con certeza que su partida deja un vacío profundo en nuestros corazones y en el mundo del teatro y la música. Guido había estado enfrentando una dura batalla contra una enfermedad oncológica, y tras su último ciclo en el auditorio de la AMIA, tomó la difícil decisión de alejarse de los escenarios.
Guido no era solo un actor y cantante; era un verdadero artista, un creador cuya pasión por las artes escénicas se reflejaba en cada personaje que interpretaba y en cada nota que cantaba. Su trayectoria fue simplemente extraordinaria. Formó parte de producciones inolvidables como Mi bella dama, Mamá estelar, Subterrákeos, El Golem de Praga, Pueblo chico, el musical, Corazón y música, Phantom, el musical, Farinelli, el castrado, Travaland, Patriotas, historia secreta de una revolución, Gótica, un musical de otro mundo, Corazón y música, Music of the movies Tour, BARE (Despojados), A nuestro gusto, Dracula, the musical, por nombrar solo algunas. Cada una de estas obras fue testigo de su talento desbordante y su compromiso inquebrantable.
Tuve el privilegio de compartir escenario en “El Golem de Praga”, una experiencia que quedó grabada en mi memoria. En Guido encontré no solo a un profesional apasionado, sino a una persona con una honestidad y una empatía que marcaban la diferencia. Su voz era un regalo, capaz de emocionar profundamente al público y a nosotros, sus colegas. Pero era mucho más que eso. Su buen humor, su alegría contagiosa y su solidaridad lo hacían un amigo entrañable. Siempre estaba dispuesto a tender una mano, a ofrecer una palabra de aliento o simplemente a sacarnos una sonrisa en los momentos más difíciles.
Recuerdo especialmente su participación en “Patriotas: Historia secreta de una revolución”. En esa obra, su interpretación de Don Pedro José Marco dejó una marca imborrable. Alfredo, el director de La Productora, quedó tan impresionado con su actuación que no dudó en invitarlo a formar parte del radioteatro virtual “El viaje que cambió al mundo: Episodio IV, La última travesía”. En este proyecto, Guido dio vida al sabio Nizár Almerá, demostrando una vez más su increíble versatilidad como actor y su disposición para explorar nuevos territorios artísticos.
Como cantante, Guido tenía una voz que era puro arte. Cada interpretación estaba cargada de una profundidad emocional que lograba tocar el alma de quienes lo escuchaban. Era capaz de crear paisajes sonoros que nos transportaban a otros mundos, dejando una huella imborrable en cada público que lo presenciaba. Trabajar junto a él era un verdadero privilegio; aprender de su pasión y su dedicación me enriquecía como actor y como persona.
Hoy, el teatro off Corrientes, siente profundamente su ausencia. Guido fue un pilar fundamental de esta escena alternativa, un espacio que siempre supo valorar su creatividad y su entrega. Pero su legado trasciende estos escenarios. En la calle Corrientes, donde tantas veces brilló, aún resuenan las notas de su dulce voz, y las memorias de sus espectáculos viven en los corazones de quienes tuvimos la suerte de compartir su arte.
Guido Napp no solo fue un gran artista; fue un gran ser humano. Su honestidad, su calidez y su compromiso con el arte y con las personas que lo rodeaban lo hicieron único. Su ausencia nos duele, pero su legado seguirá vivo en nuestras memorias y en el corazón del teatro. Gracias, Guido, por todo lo que nos diste. Nunca te olvidaremos.
Pedro Muñoz
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Buenos Aires, Argentina
Pedro Fernando Muñoz
Director Artístico de La Productora