Edmundo Sanders (primera parte)
Seguramente muchos de nuestros lectores -oyentes con algunos años (o kilobytes) de radio a cuestas como los del servidor que esto escribe, recuerdan perfectamente aquellos “hermosos tiempos dorados de la radio” en los que la voz de un locutor radial no solamente se reconocía por su tono (grave, agudo, etc.) o la cadencia que imprimía a su voz al leer un comercial AL AIRE o dar a conocer la identificación de la emisora, sino que -con el paso del tiempo y el consiguiente éxito del comercial medido por su permanencia en el aire- era posible identificar a la persona del locutor con la marca o producto comercial que vendía (1).
Así, numerosas empresas confiaban a un locutor/a la promoción comercial y publicitaria de sus productos o marcas y se realizaban las denominadas “campañas radiales publicitarias” en las que era frecuente -cuando el éxito acompañaba, claro está- que se lograra una perfecta identificación entre el producto que se vendía y el profesional de la locución que lo anunciaba. Hubo firmas que durante mucho tiempo tuvieron a determinado locutor/a como “su única voz” autorizada a vender sus productos. Muchas veces se generaba una identificación tal entre “voz-marca y producto” que hasta la persona misma figura radial / televisiva y su trayectoria de vida privada y pública quedaban asociadas al producto y al comercial.
La persona, el locutor y su voz.
Edmundo Sanders fue -de entre muchos otros locutores/as- uno de esas “voces de locutor de marca”. Y fue también, además, una de esas personas de bien. En él, la persona, su vida y trayectoria profesional, el producto y su locución comercial encontraban suficiente cabida. Grandes marcas de electrodomésticos en la Argentina de los años 1960 y 1970 lo eligieron como “su voz” para la locución comercial y venta de sus productos. Su porte, la forma de presentarse impecable ante el micrófono radial o ante las cámaras de la televisión -siempre de traje; jamás sin traje- sumado a su perfecta dicción tanto del idioma castellano como del inglés que dominaba a la perfección (pasó su juventud en Inglaterra, donde llegó a ser director de los servicios de ultramar de la BBC de Londres para América Latina) lo hacían ser y verse como una figura reluciente.
(2.-) La caricatura de EDMUNDO SANDERS corresponde a Roberto Mezzadra
En 1972 la empresa CHEVROLET le encomendó el comercial televisivo en el que presentaban su nuevo modelo de auto coupé “CHEVY serie 2” que constituía toda una revolución en la producción automotriz por el nuevo diseño aerodinámico que -sabían- impactaría fuertemente en el mercado automotriz argentino, más bien conservador. Conscientes de que una propuesta tan arriesgada para el mercado requería de una figura única, con toda la experiencia, solidez, pulcritud y prestancia que muy pocos locutores/as podían ofrecer, capaz de transmitir a través de su mensaje la confianza necesaria que inspirara al potencial cliente.
(3.-) Aviso para Chevrolet Coupé serie 2
Edmundo Sanders tenía además experiencia en el cine nacional, lo que le daba soltura y oficio a la hora de desenvolverse ante las cámaras. Tanto el don de su voz grave, su decir pausado y claro, como su prestancia y elegancia lo situaban en un plató, estudio de radio o set de filmación como una figura inigualable.
Conocí a Edmundo Sanders, y hasta podría decirse que con él tuve mi primer “trabajo” en una radio. De su mano, ingresé por primera vez a un estudio de radio para leer los mensajes de los oyentes y recordar los números de las líneas telefónicas a través de los cuales los recibíamos en el comienzo de cada bloque del programa “Las cosas claras” que él conducía de lunes a viernes a las 22 horas por LR2 RADIO ARGENTINA. Corría el año 1983: yo tenía 16 años… y aún no se había cumplido el primer aniversario del conflicto bélico del Atlántico Sud (Guerra de Malvinas.)
(continuará…)
Hasta nuestra próxima proyección radial.
(1.-) Es importante tener en cuenta que un LOCUTOR no solo obtiene su TÍTULO al completar los estudios terciarios requeridos en la carrera y la institución correspondiente, sino que también adquiere su MATRÍCULA PROFESIONAL, la cual lo habilita para locutar AL AIRE publicidades comerciales. Esta matrícula le permite actuar, en la práctica y ante la ley, como un vendedor o martillero público cada vez que realiza la locución de un anuncio o aviso comercial.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Julio Roberto Montaron
Este artículo está publicado en el boletín digital, número 58, que corresponde al mes de Septiembre de 2024.