
Reciban un abrazo sincero de paz, hoy compartiré una historia desgarradora, darme cuenta acerca de lo que está viviendo el mundo, especialmente con los adolescentes, me dejan sin palabras, se nota la falta de fe, la ausencia de Dios y sobre todo la falta de valores en nuestra sociedad. Hay situaciones tan complejas que expresar un punto de vista puede resultar difícil y me refiero a los acontecimientos más recientes en la ciudad de México. Resulta que una pareja de adolescentes comienza a intercambiar mensajes en los que podemos leer ¿qué hago con el bebé, donde lo tiro? Estos chicos no tienen más de 17 años, ambos viven con sus padres y definitivamente dependen económicamente de ellos. Son estudiantes, lo que podríamos definir como hijos de familia, sin responsabilidades laborales. La respuesta del chico en el teléfono celular es: —Tíralo en algún canal—. Definitivamente la respuesta es monstruosa. Estamos hablando de una acción que en derecho se conoce como asesinato a una persona indefensa. Pero qué nos dice la Biblia acerca del asesinato.
Encontramos en Proverbios 28, versículo 17. “El hombre cargado con la sangre de otro huirá hasta el sepulcro: ¡que nadie lo detenga!”. El asesinato es un crimen atroz que el Señor detesta, entre otras cosas porque se considera como un insulto hacia la obra de Dios, quien creó a los seres humanos a su propia imagen. Y uno de los diez mandamientos que Dios le dio a Israel fue no matarás. La raíz de la palabra que se utiliza para este mandamiento es RAT SATCH, lo cual implica la acción de matar a otra persona de una manera atroz y negligente. Es un bebé, un recién nacido, esperando su destino en manos de dos niños asustados, inmaduros y con el pánico de enfrentarse al resultado de sus acciones. Estos adolescentes, en lugar de estar potenciando sus habilidades, estudiando o divirtiéndose sanamente y de acuerdo a su edad, estuvieron experimentando con su sexualidad, quisieron jugar a ser adultos y al final se dieron cuenta que hacerlo así los llevaría a problemas de adultos. En este tema, la sexualidad humana con todas sus complejidades físicas, emocionales y espirituales no fue otra cosa más que una invención de Dios.
A su creación humana le dio la sexualidad como un don con dos funciones, preservar la raza humana y crear un vínculo íntimo entre marido y mujer. El uso correcto de la sexualidad nos lleva a comprender la intimidad con Dios de una manera más amplia. El uso incorrecto de la misma, destruye la intimidad con Dios y lo sustituye por la sexualidad. Para entender la versión bíblica de la sexualidad, vamos directamente a conocer Génesis 1, versículo 28: “Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra».”. Siendo este un mandato que indudablemente requiere del sexo, poco después leemos que Adán conoció a su mujer Eva. Ese uso de la palabra conoció es una traducción mucho más completa que otras frases más modernas como tener relaciones sexuales, sugiere mucho más que un acto físico. Cuando Adán conoció a su esposa, la primera pareja estaba experimentando la sexualidad de la forma en que Dios se la había otorgado.
Este es solo el comienzo de una historia que nos obliga a reflexionar sobre la realidad que enfrentamos como sociedad. ¿Qué llevó a estos adolescentes a tomar una decisión tan aterradora? ¿Qué papel juegan la fe, los valores y la educación en estos casos? En la próxima entrega, profundizaremos en estas preguntas y exploraremos qué podemos hacer para evitar que historias como esta sigan repitiéndose. No te lo pierdas.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
Rafael Salomón
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 65, que corresponde al mes de abril de 2025.