
Saludos mis muy queridos amigos que mes a mes leen estas líneas. Hace unos días, un amigo muy querido, quien siempre tiene temas muy interesantes para platicar, hizo esta pregunta en su red social: “¿Por qué un dios creador de billones de galaxias va a querer el 10% de tu salario?”. Su pregunta sé que no es exclusiva, pues muchas personas nos hemos hecho en algún momento esa pregunta. Si ponemos en balanza que Dios nos da Su amor gratuitamente, ¿por qué entonces debemos dar dinero a la Iglesia? Trataré de contestar desde ni humilde visión y opinión.
Primero: la ofrenda diocesana, antes llamada diezmo, es una ofrenda voluntaria que es dar a la Iglesia el equivalente a un día de salario al año. Es decir, de 365 días, dar uno (si sos bueno para las matemáticas, sabrás que eso no es el 10%. Pero si no podés darlo, nadie te va a sacar de la Iglesia por eso. ¿Y para qué sirve ese dinero? Con ese dinero la iglesia parroquial y diocesana sostiene obras materiales como construir templos y repararlos, sostiene necesidades como apoyar a los más necesitados de la localidad, apoya y sostiene las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras.
Segundo: los sacramentos no se cobran, son gratuitos. Te cobran por el uso del templo para una ceremonia privada, por el uso de la luz, el aire acondicionado, para poder pagar a las personas que trabajan y mantienen el templo en óptimas condiciones para que se vea hermoso y reluciente, por eso te gustó ese templo específicamente y lo escogiste para tu boda o misa especial. Los que mantenemos una casa sabemos lo caro que es, ¡ahora imagínate el costo de mantener un templo! Sin olvidar que varios sacerdotes optan por no hacer estos cobros a quienes piden hacer algún sacramento y piden sólo una ofrenda voluntaria. Y cuando sos un servidor activo de la parroquia, los párrocos nunca piden nada a ese servidor, pues es una persona que semana a semana está ayudando a la Iglesia universal, con su tiempo, su trabajo, siendo lector, siendo miembro del coro, siendo monaguillo, siendo catequista, adorador nocturno, siendo parte del grupo de jóvenes, del grupo de biblia, del grupo familiar cristiano, en fin, la lista puede ser casi interminable, pues la Iglesia tiene mucho campo para trabajar.
Dios nos da 168 horas a la semana y nos pide UNA para ir a misa a dar gracias, eso tampoco es el 10%. Dios nos dio un cuerpo y una capacidad mental que nos permite trabajar, ganar un salario, mantener una familia, darnos algunos gustos como paseos familiares, regalos, etc. Dios nos da varios talentos para nuestro beneficio, pero también para que con esos talentos pueda yo apoyar y ayudar a la sociedad. Y Dios nos invita a que compartamos con los más necesitados, nadie nos puede garantizar que el día de mañana seamos nosotros los que vamos a necesitar de estos programas de ayuda que la Iglesia sostiene.
Si no te agrada eso de dar el 10%, te invito a sumarte a algún grupo parroquial, intégrate, se parte de la Iglesia, ayuda con tu tiempo, con su trabajo, con tu talento y te aseguro que verás todo de otra manera, lo verás desde el amor, desde la compasión y desde la piedad.
Ánimo.
Nunca dejes de soñar.

Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 69, que corresponde al mes de agosto de 2025.